Parece que retorna con fuerza la polémica sobre la petición por parte de diferentes comunidades autónomas de bienes culturales actualmente depositados en los Museos centrales del Estado. En nuestro caso destaca sobremanera la momia guanche que se expone en el Museo de Antropología de Madrid.
No es una cuestión baladí, pero tampoco parece apropiado mezclar churras con merinas, y comparar cualquier obra de importancia patrimonial con los famosos "papeles de Salamanca", cuyo contexto de obtención es completamente diferente al de las otras piezas.
Igualmente parece razonable pensar que hay vías actualmente "muertas" en el debate que podrían ser la solución a los problemas de celos que se dan en nuestra clase política, y que es la que perciben en última instancia los ciudadanos: la reproducción fiel de las piezas [o documentos] y su exposición en más de un lugar.
Creo que es uno de los debates en los que nuestra participación como historiadores debería estar más presente. Algo que, por la razón que sea, lamentablemente no ocurre.
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6 comentarios:
Estoy totalmente de acuerdo. Al igual que en otros muchos temas que nos afecta, tanto como historiadores como simples individuos (o individuos simples) el patrimonio está politizado. Es más, está vendido. Se lucha contra el tráfico ilegal de piezas con valor histórico o artístico, pero es que nuestros propios representantes trafican con ellas. Las cambian como estampas a cambio del traspado de alguna competencia o la realización de una determinada obra.
Es así, se vende. Y nosotros lo sabemos.
¿Pero qué podemos hacer nosotros como historiadores? Se me ocurren varias cosas, pero creo que ninguna tendría efecto. Porque creo que lo primero que debemos conseguir es ese reconocimiento institucional y social del que, obviamente, carecemos.
Y ahora yo pregunto, les pregunto: ¿Qué debemos hacer para que nos tomen en serio? Abro el debate.
Gran pregunta, Temístocles, gran pregunta.
La situación es harto complicada. Incluso yo me preguntaría si lo que nos tiene que preocupar es el patrimonio que, aunque lejos, al menos sabemos que está en buenas manos, o más bien deberíamos prestar atención al que estamos perdiendo día a día delante de nuestras propias narices.
A la pregunta, esta respuesta. Empezar a tomarnos en serio [nuestro trabajo] nosotros mismos. Y luego, ya veremos.
Completamente de acuerdo con autocrítico.
Y respetar el de los demás compañeros, añadiría yo.
el arte de saquear arte
http://www.egiptologia.com/content/view/1064/74/
Fuente: La Época
http://www.la-epoca.com/verporseccion.php?CIDSUPLEMENTO
=1&CIDARTICULO=6139
la lista puede ser más larga.. y creo estar de acuerdo con la historia en activo en que el patrimonio que tenemos más cerca es el que está en peligro. un ejemplo cercano en La Laguna: piensen en las jornadas de puertas abiertas en las que se celebra que la ciudad es patrimonio de la humanidad, cuántos edificios se abrieron en las primeras jornadas y cuantos han permanecido cerrados en las siguientes por sus malas condiciones no pudiendo garantizar la seguridad de los visitantes...
Reyes
Efectivamente mi comentario iba en el sentido de lo que ha comentado Reyes. En vez de preocuparnos por momias que están en museos de reconocido prestigio, sin duda parte fundamental de nuestro patrimonio y que hay que tratar de no perder de vista, en nuestro día a día estamos perdiendo patrimonio de todo tipo a pasos agigantados. Pero eso no genera debate ni llama la atención de los medios de comunicación.
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