El diario El País nos deleitó ayer con un artículo de esos que hacen a uno dudar de la formación de los creadores de opinión (lo de informadores cada vez cuesta más decirlo sin sonrojarse) de nuestro entorno. Resulta que dicha noticia nos avisaba de que un documento secreto recientemente publicado en forma de libro demuestra que los templarios no eran herejes, y que muchos de los argumentos que sirvieron para condenarles tenían explicaciones más racionales que la del intento de subversión de la religión católica.
Da igual que los historiadores lleven décadas tratando de desmitificar esta institución bélico-religiosa, y de explicar su origen, auge y caía en su contexto histórico. Cualquier excusa es buena para, aprovechando el halo de misticismo que envuelve a las órdenes militares en general, y muy especialmente a la del Temple, elaborar un artículo con tintes sensacionalistas y contextualización de Wikipedia. Para qué estarán los especialistas...
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