Según recoge la prensa de hoy, un barco de supuesta tecnología prehistórica zarpa desde Nueva York con la intención de arribar a las costas de Cádiz y luego a Tenerife, y de esta forma demostrar que los contactos transatlánticos existieron en el pasado.
Estos barcos han sido construidos con tecnología étnica tradicional por una tribu boliviana, y enviados posteriormente a Nueva York, puerto de salida, para mejorar el sistema de quillas de la nave. La embarcación tiene nombre de Dios aborigen guanche, y los aditamentos egipcios ya se encarga el periodista de añadirlos a la hora de redactar el artículo. El coctel, por tanto, está completo.
Las preguntas que se me ocurren son varias. La primera y fundamental: ¿pasaban todos los barcos que cruzaban el océano en época prehistórica por Nueva York para que les mejorasen las quillas? ¿Llevaban los individuos prehistóricos GPS para localizarse en el espacio, o se servían de embarcaciones de apoyo como las que han rechazado los integrantes de esta expedición?
En definitiva, este tipo de actividades ahondan más en la brecha existente entre la historia y el folklore. Y es que tratar de descubrir relaciones precolombinas entre África y América es descubrir el Mediterráneo (si el hombre nació en África, y cuando Colón llegó a América había hombres y mujeres habitando ese territorio, es de suponer que en algún momento dieron el salto). Lo importante es establecer la intensidad, frecuencia y grado de las relaciones entre ambos continentes, las posibles rupturas de esas relaciones en el tiempo, y los medios para llevarlas a cabo. Por tanto, de todo lo interesante la expedición que ha merecido un lugar en los medios de comunicación sólo nos va a resolver parcialmente media duda.
Desconozco si para todas las demás también habrá que pasar por Nueva York.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario