martes, 24 de abril de 2007

Presentación

Entre los días 11 y 13 de abril de 2007 tuvo lugar en la villa de Tegueste la celebración de las II Jornadas Prebendado Pacheco de Investigación Histórica: La historia continúa. En el transcurso de los tres días las sensaciones fueron similares a las experimentadas casi un año antes, cuando arrancábamos el proyecto que da título al blog, La Historia en Activo. La reunión de más de una quincena de investigadores noveles generó un debate en el que los protagonistas no estaban acostumbrados a serlo, pero demostraron que estaban perfectamente capacitados para desempeñar esa función.
Vivimos tiempos contradictorios para nuestra disciplina. No ha habido nunca un elenco tan amplio de historiadores con ganas de trabajar que sin embargo difícilmente encuentra acomodo y estabilidad para desempeñar esa función con dignidad.
Iniciativas como la que desarrolló el Ayuntamiento de Tegueste son extraordinarias, en su sentido etimológico, por poco habituales, pero también en su sentido más coloquial que nos evoca una sensación agradable y alude a la buena fortuna de quien la disfruta.
Este blog arranca con la intención de constituirse en un vehículo de comunicación entre todos aquellos que han participado en las dos ediciones de las Jornadas. Y nace además con intención proselitista: estos dos años hemos sido todos los que estamos, pero ni mucho menos hemos estado todos los que somos. Compañeros que por distintas circunstancias (algunas de ellas el propio desconocimiento de la existencia de la iniciativa) no han podido participar, historiadores activos de la provincia de Las Palmas (camino ya iniciado que esperamos que sea fecundo), tienen la oportunidad de encontrar un foro en el que discutir de lo sagrado y lo profano, de becas, proyectos y teorías de la historia.
Todo esto hace de La historia en activo un proyecto colectivo, con vocación de perdurabilidad más allá de los que hasta ahora hemos participado en él. Esperamos vuestras ideas, sugerencias, comentarios, y todo lo que se os ocurra para conseguir en la medida de lo posible que el trabajo realizado hasta el momento no se detenga aquí.
Precisamente por ello las II Jornadas llevaron por título La historia continúa.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Roberto me propone que traslade a este blog un pequeño debate que manteníamos a través de correo electrónico. Me quejaba yo de la definición "historiadores noveles", calificativo que en el mejor de los casos perderá vigencia a medida que perseveremos. Yo, que hace diez años ¡horror! que acabé la carrera, no me considero novel, sin que esto suponga petulancia alguna por mi parte.
Tampoco sé hasta qué punto es conveniente que los historiadores nos dividamos entre los que han conseguido entrar y acomodarse (en el buen sentido de la palabra, y en el malo también) en la Universidad y los que no nos dedicamos a la docencia universitaria. Parece como si en el fondo estuviéramos asumiendo un papel secundario y no me parece ajustado a la realidad ni justo. Para no enrrollarme más planteo coloquialmente esta pregunta ¿cuáles son las ventajas de agrupar a los historiadores sin despacho?

La historia en activo dijo...

Interesante reflexión, porque va más allá de lo que en un principio nos planteamos con las Jornadas. La idea inicial era que el centro del escenario, por una vez, lo ocuparan investigadores que por méritos académicos merecían la oportunidad, pero que generalmente tenían que conformarse con papeles marginales; como ejemplo valdría mi propia experiencia en el último Coloquio, en el que expuse mi trabajo para un auditorio de siete personas (incluyendo a los moderadores y al compañero que preparó conmigo la comunicación).
Entiendo los reparos a tratar de constituirnos en un colectivo, y el blog tampoco nace con ese espíritu; puede ser un sitio de contacto para hablar de becas, proyectos de investigación, listas de sustituciones..., pero también de temas de debate historiográfico en el que puedan participar profesores "con despacho".
El espíritu restrictivo a la participación se limita exclusivamente a las Jornadas, por la razón antedicha. El camino que tome esta iniciativa (si es que arranca y no se queda estancada en las marismas de la red)dependerá de todos nosotros.

Unknown dijo...

Bien es sabido que en los últimos tiempos resulta difícil entrar en los departamentos, no para pedir una solicitud para hacer el doctorado, la tesis o a ver a los amigos, que es en la forma que yo entro, sino a trabajar como un profesional docente más. Estos dos señores, Roberto y Carlos por sus méritos académicos son dignos candidatos, al igual que otros licenciados con doctorados y brillantes expedientes. Pero ya todos conocen esas dificultades.
El hecho de que que ambos no tengan "despacho" (he aquí el nexo común)no supone ventaja alguna, salvo la amistad y la colaboración, la puesta en común de los trabajos y el de corroborar que hay cierta actividad investigadora fuera de la Universidad (en el buen sentido), esto se está haciendo en Tegueste, y posiblemente en otros ámbitos (revistas, congresos, etc.)
yo quiero trasladar otra pregunta:
Somos o no somos profesionales de la historia?.Esto lo digo por el pequeño debate que casi se genera en la presentación de la publicación de las I Jornadas, donde el ayuntamiento hablaba de la profesionalidad de los trabajos y por otro lado se recalcaba que no eran profesionales (de la docencia universitaria) los que allí presentaban los mismos. yo entendí la postura de Roberto porque se refería a lo que Carlos llama en su pregunta historiadores sin despacho.
en definitiva no somos profesionales docentes, eso está claro, y tampoco sabemos que categoría laboral es profesional de la historia (no existe,al menos no en el paro) somos licenciados en historia o arte y llevamos a cabo (o eso al menos intentamos aprender) con profesionalidad nuestras investigaciones, noveles o no noveles.
Reyes Amador

La historia en activo dijo...

Por alusiones. Sobre el uso del término "profesional" en nuestro caso, algunas precisiones.

DRAE
profesional.
1. adj. Perteneciente o relativo a la profesión.
2. adj. Dicho de una persona: Que ejerce una profesión. U. t. c. s.
4. adj. Hecho por profesionales y no por aficionados. Fútbol profesional.
5. com. Persona que ejerce su profesión con relevante capacidad y aplicación

profesión.
(Del lat. professĭo, -ōnis).
3. f. Empleo, facultad u oficio que alguien ejerce y por el que percibe una retribución.

Cuando matizo el uso del término "profesionales" para definir a los participantes en las Jornadas, me refiero precisamente a la acepción que se recoge en el sustantivo "profesión". Nuestro trabajo evidentemente no está hecho por aficionados; recibimos años y años de formación precisamente para solventar ese escollo.
Pero en la mayor parte de las ocasiones, la retribución que nos debería corresponder por ejercer esa "profesión" no la vemos por ningún lado; y los que tenemos la suerte de recibirla, lo hacemos en unas condiciones de precariedad y con un horizonte bastante negro.
No sé qué opináis al respecto

Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo. en cuanto a la definición.se lo tienes que explicar a la concejal para el próximo año que se celebre.

otro asunto. deberían ver programa del curso "El Archivo Municipal Organización y Gestión". diferentes módulos a lo largo del año. y lo organiza la fecam se celebra en tegueste. aparece en la página del ayuntamiento de tegueste.
Reyes