Salvar patrias es un buen negocio

En ocasiones, al analizar la realidad más cercana en el tiempo y en el espacio estamos tan cegados por los dicursos incendiarios de gran carga política que nos olvidamos de mirar más allá y analizar las situaciones del presente o el pasado muy reciente con el mismo método que utilizamos para analizar las estructuras sociales del pasado.
Así, cuando estudiamos la evolución de las oligarquías a lo largo de la Historia uno de los primeros aspectos que centran nuestra atención es el de su patrimonio personal, su crecimiento desde el momento en que ocupan parcelas de poder, y la lógica conclusión a la que uno llega (ciertamente no hace falta ser historiador para eso) cuando mezcla ambos parámetros: las personas a lo largo de la Historia han buscado ocupar cotas de poder para aumentar su riqueza personal, o al menos para conseguir conservarla.
Esta reflexión viene motivada por la actualidad. La prensa (incluida la vertiente rosa) recoge estos días la negativa de los descendientes del dictador golpista Francisco Franco a que la Xunta de Galicia inspeccione el pazo de Meirás, propiedad de la familia obtenida en los primeros "años triunfales" tras la Guerra Civil de alto valor patrimonial. Al calor de esta noticia resulta que muchos medios de comunicación han "descubierto" que el patrimonio de Francisco Franco aumentó muy considerablente en su etapa al frente del gobierno de España. Y lo que es peor, que en ese ambiente de mirar para otro lado en varios frentes que ha caracterizado a la Transición española de la dictadura a la democracia, resulta que gracias a oscuras operaciones inmobiliarias consentidas por el nuevo régimen este patrimonio ha crecido de forma ostensible en las últimas décadas.
Y sin embargo, cuando hablamos del franquismo, de las razones que motivaron el golpe, se mezclan interpretaciones ideológicas con visiones mesiánicas de la realidad y otros factores que, no niego que sean importantes (doctores tiene la iglesia que frecuentan este foro y que saben del tema mucho más que el que suscribe, a los que pido de paso que participen en el debate), pero que al menos tenemos que completar estudiando la cuenta corriente del dictador. Descubriremos, como dice el título, que salvar patrias es un buen negocio para el que lo hace y sus herederos.